Día de Canarias: Leyendas de Canarias
Gran Canaria cuenta con grandes leyendas que merecen ser recordadas y contadas, para ello realizamos una recopilación de las mismas:
La princesa Tenesoya
En 1460, antes de la conquista de la isla de Gran Canaria, Diego de Herrera se interesó en conquistar la citada isla. Para ello, buscó conocer la cultura en profundidad de los habitantes canarios.
Un grupo enviado por Herrera con este fin, atacó a las mujeres indígenas que se encontraban en la actual zona costera de Bañaderos. Éstas asistían a este lugar para bañarse durante la menstruación. Los hombres tenían prohibido acercarse a este sitio bajo pena de muerte.
Los militares de Herrera atacaron a las mujeres y capturaron a la princesa Tenesoya la cual intentó huir pero no lo consiguió. Por ello, la llevan a Lanzarote y la bautizan con el nombre de Luisa. Posteriormente, Tenesoya se casó con Maçiot II Bethencourt.
La muerte de Doramas
Desde las alturas de Arucas, Doramas ,el Guanarteme de Telde hostigaba sin cesar las tropas de Pedro de Vera. El conquistador español,dispuesto a terminar cuanto antes con esta situación,desplegó a sus hombres en un cerro cercano a donde Doramas tenía sus guerreros. Desde allí ambos ejércitos se contemplaban en espera de la batalla decisiva.
Fue entonces cuando se oyó a Doramas lanzar un grito poderoso,desafiando a Pedro de Vera, invitándole a luchar ellos dos de modo que aquel singular combate dirimiera el resultado de la lucha sin derramar la sangre de más isleños o más castellanos.
Sin embargo, Pedro de Vera, aconsejado por sus hombres, desestimó el desafío,pero no impidió que uno de sus hombres, el hidalgo Juan de Hozes, abandonara sus filas y se lanzara a caballo en contra de Doramas. No tardó mucho tiempo el caudillo canario en frenar la acometida, pues con un certero lanzado lo mató.
Ante esto, Pedro de Vera, cegado por el furor, arremetió contra Doramas. Lucharon ambos durante mucho rato sin que la lid pareciese tener un claro vencedor… De repente, en uno de los lances de la batalla, uno de los escuderos del castellaño hirió a Doramas por la espalda, el cual cayó a tierra sangrando y moribundo. Desde allí increpó con desprecio al conquistador su traición:
-“No me has vencido tú, sino la traición del que me ha herido”
Pedro de Vera ordenó que le cortaran la cabeza y la clavaran en una pica. Así la llevaron al Real de Las Palmas, exhibiéndola como un macabro trofeo.
El grito de Atistirma
Este es uno de los gritos más conocidos de la historia de la conquista de Canarias. Estas son las últimas palabras del guanarteme de Agáldar, Bentejui Semidán. Bentejui se negaba a dejarse capturar por los castellanos. Esto lo obligó a marcharse, junto a un grupo de fieles, después de que los conquistadores ocuparan su guanartemato, a los altos de Gran Canaria. Quería expulsar a los conquistadores de su tierra. Pero todo fue en vano. Los conquistadores lograron rodearle, dejándolo encerrado en la fortaleza de Ansite (asentamiento de los Canarios en la ladera de una montaña, construido en el siglo XV). En vez de dejarse capturar Bentejui decidió despeñarse por el barranco al grito de Atis Tirma.
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